MADRES SOLTERAS, PADRES AUSENTES Y LA ASISTENCIA FAMILIAR

Las madres solteras y los padres ausentes en una sociedad conservadora son una representación común de lo desproporcional en la crianza de los hijos/as. Quedando a cargo de las mujeres y estos hogares están en riesgo de pobreza y exclusión.
Las exigencias morales para ellas son siempre mayores que para los padres. Esto está arraigado en la consciencia social y en la norma boliviana. Las madres son quienes usualmente quedan con la tutela después de una separación o divorcio; también están las que asumen esta responsabilidad solas desde el inicio (muchas con ayuda de su madre).
Una mujer, una vez asumida su maternidad, renuncia a su vida personal en mayor proporción que el padre. Dentro de sus responsabilidades están la crianza y el cuidado de sus hijos/as. Los cuidados requieren una alta demanda de tiempo en cambio de pañales, bañarlos, enseñanzas, y si se enferman estar pendientes a cada instante. Ellas cubren una serie de gastos económicos como: alimentación, educación, salud, entretenimiento, entre otros Las madres solteras trabajan, muchas dentro del sector informal y con gran esfuerzo deben cumplir la doble jornada laboral.
Por otro lado, están los padres ausentes, quienes son los padres biológicos que no viven con sus hijos/as. Quienes a diferencia de sus contrapartes cómodamente se apartan de las responsabilidades y son fácilmente perdonados por la sociedad, porque esta actitud se asume con normalidad. Ellos no están presentes ante toda la responsabilidad que implica tener un hijo/a. Ellos no renuncian a su vida personal porque pueden trabajar, estudiar, rehacer su vida de la forma más natural por el simple hecho de ser hombres.
En este escenario está el recurso legal de la asistencia familiar establecido en la Ley Nª 603 Código de las Familias y del Procedimiento Familiar, que se reduce a un monto económico que debe garantizar lo indispensable de los hijos/as para cubrir la salud, educación, recreación, vestimenta. Ésta no debe ser menor al 20 % del salario mínimo nacional que a la fecha asciende a Bs. 2164 que conlleva a Bs 433 de asistencia familiar que no llega a cubrir lo que verdaderamente requiere la crianza de un ser humano. La asistencia familiar es un derecho que en varios casos es negado para los infantes. Existen mujeres que inician el proceso de solicitud años después de cargar con la responsabilidad de manera unilateral. Y son ellas quienes además de hacerse cargo del cuidado y crianza, exigen este recurso para solventar parte de la vida de sus hijos/as. La normativa solo prioriza lo económico y en el mejor de los casos las visitas de fines de semana.
En este contexto urge promover una responsabilidad paterna que involucra una serie de exigencias en tiempo y recursos económicos en la crianza y cuidados de los y las niñas. Urge promocionar los derechos que tienen los infantes y los procesos que siguen para lograr la asistencia familiar que no debería ser una exigencia.
Las madres solteras además de asumir con toda esta responsabilidad, deben seguir procesos que son poco conocidos para que los padres ausentes cumplan con la asistencia familiar. Lamentablemente pedir más que eso es casi imposible en una sociedad que perdona fácilmente a los padres irresponsables.
Una campaña virtual que está siendo promovida en este contexto es #DemandaLa Asistencia Familiar para mostrar los procedimientos de la asistencia familiar y la importancia de una paternidad y maternidad responsable e igualitaria. Se busca coadyuvar principalmente a las madres solteras el conocimiento de sus derechos, dado que la asistencia familiar debe ser justa y oportuna en beneficio de cada niño, niña y adolescente.
Fuente: Evelyn Callapino Guarachi es politóloga, docente universitaria y fundadora de Mujer de Plata.

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